Aunque hay avances significativos en la inclusión de mujeres en las juntas directivas, aún queda mucho camino por recorrer. 

De acuerdo con Carolina Ibarguen, managing director de Kantar IBOPE Media, en Colombia hay 33.5% de mujeres en cargos directivos, aunque está por encima de la media mundial 29%, el panorama está lejos de la paridad. En América Latina, solo 27% de CEOs son mujeres. Hay panoramas más dramáticos como los de Perú y México en los que solo llegan a 17% y 18% respectivamente. Para cerrar esta brecha laboral se necesitan al menos 80 años. 

Para lograr igualdad entre hombres y mujeres todavía hay muchas cosas por hacer. En Colombia la brecha salarial todavía es muy amplia. Las mujeres ganan 15% menos que los hombres en el mismo cargo y además trabajan en promedio 15 horas más. Esta brecha se podría ampliar en las regiones, en las que los roles de las mujeres se relegan mucho más. 

Según la Encuesta Equidad de Género 2019 de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) la mayor participación de las mujeres se da en cargos de segundo y tercer nivel. Es decir, 46% de los cargos de vicepresidentes o similares está ocupado por mujeres y 44.3% está en cargos de segundo nivel, como analistas, coordinadoras y especialistas. 

De acuerdo con Bruce Mac Master incluir mujeres en los equipos directivos en al menos 30% se traduce en el aumento de la rentabilidad de las empresas en un 15%. Así mismo, hay mayor retención del personal, de clientes y más compromiso con los trabajadores de la empresa. No obstante, de las cien empresas más grandes de Colombia, solo cuatro de ellas son dirigidas por mujeres. A esto se suma que las participaciones en las juntas directivas no ascienden a 25%. 

¿Qué cosas pueden hacer mejor? 

La participación de las mujeres en cargos directivos es una decisión política para cerrar las brechas que enfrentan en la actualidad. La equidad de género requiere de acciones en las empresas para que las mujeres sean contempladas como opciones de poder, con la capacidad de ejercer liderazgos constructivos. La igualdad es el único camino posible y para eso se necesita voluntad política dentro de las organizaciones. 

Algunas de las acciones que se pueden implementar para que las mujeres sean tenidas en cuenta en cargos directivos son, por ejemplo:

  1. Los sistemas de cuotas de género en los que se exige que un porcentaje determinado de mujeres haga parte de la junta directiva. Estas medidas no buscan privilegiar a las mujeres solo por ser mujeres, sino que se tomen medidas transitorias para cerrar brechas de representación, en las que históricamente a las mujeres se les ha negado la posibilidad de participar.
  2. Fomentar una cultura organizacional que trabaje en la eliminación de estereotipos y se establezca la igualdad como un principio de relación entre trabajadores y trabajadoras. 
  3. Hacer visible la brecha salarial y corregirla. No basta con reconocer que las mujeres trabajan más horas por menos dinero que los hombres, sino que se deben tomar acciones dentro de las empresas para que no se necesiten 80 años para corregir esta brecha. 

Aunque cada día se toman más decisiones que garantizan la equidad de género, todavía hay una deuda histórica que se debe saldar y con acciones afirmativas desde las empresas se puede contribuir a que la igualdad sea una realidad en la vida de las mujeres. 

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